La extraña criatura apareció en una playa de Pukehina, al sur de Tauranga, en Nueva Zelanda. Un grupo de personas circulando por la playa a bordo de vehículos todoterreno, encontraron el cadáver.
El animal, de 9 metros de largo, aspecto terrible, grandes dientes y aletas rudimentarias era tan extraño que los excursionistas pensaron que se trataba de algún tipo de ser prehistórico.
El cadáver presentaba un avanzado estado de descomposición, con un aspecto que algunos identificaban con un dinosaurio. Una cabeza con grandes dientes y una especie de aletas deformes.
Pasados los días, los científicos marinos aclararon el misterio.
Resulta que el extraño ser no es más que una orca en estado de descomposición, muy maltratada por las aguas del océano.
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